Las Damas es mi bar de tapas favorito desde que mi amigo I. me llevó hace más de un año. Desde entonces, el verano comienza y acaba con un paso por su terraza. Está en un vecindario, y que me perdonen los lugareños, muy feo hasta para alguien de extrarradio como yo, pero aún así nos damos la caminata pertinente o sufrimos la dificultad para aparcar para comer sus viandas: unas tapas deliciosas a precio ajustado.
Decimos tapas pero eso son más bien raciones, unas buenas fuentes de las de toda madre y toda la vida, llenas de propuestas de las de toda la vida. Las especialidades de la casa nos hacen dudar del origen de la familia que lo regenta. Los boquerones adobados, los chocos, los pajaritos, los flamenquines y los picos – pan apuntan a Andalucía, a Córdoba, igual que el suave acento de su muy atenta mestressa, pero también tienen lacón, grelos y pulpo a la gallega, quizás sea un matrimonio gallego – andaluz enamorado en L’Hospitalet (esto es pura especulación).
Mis indispensables: las bravas, el cazón y los boquerones adobados, y los mejillones a la marinera.
Las Damas es uno de aquellos tantos bares abiertos por inmigrantes de los años sesenta y setenta sin pretensión ninguna más allá de ofrecer unos productos buenos y sencillos, de disfrute colectivo con servilletas de papel Caricias. Con la cerveza atenta y pronta en vaso, caña, tubo o jarra. Si tuvieran Alhambra o Estrella Galicia ya sería la delicia absoluta. El servicio es fantástico, las mesas se cotizan alto y rara vez hay que pasar de los 12 – 15 euros para salir con la tripa contenta (se recomienda paseo posterior para bajar la comida si uno aún es capaz de caminar sin gran dificultad).
Bar Damas
C/ Luarca, 13
L'Hospitalet
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