miércoles, 26 de octubre de 2011

COMER, BEBER, AMAR: fan del pisto


Me encanta el pisto, me parece fantástico que con ingredientes tan sencillos salga algo tan bueno. Con el pisto sucede como con la paella o el gazpacho: hay tantos como cocineros los hacen. Mi pisto no es manchego, aunque tampoco sé si podríamos llamarle andaluz, en el caso hipotético de que exista tal variedad (sí existe en Almería “el tabernero” o en otros sitios además de Murcia “la fritada” o “fritá”, que puede llevar añadidos trocitos de carne). En Catalunya siempre me dicen que es “samfaina” pero yo creo que no es exactamente lo mismo. Mi receta es diferente a la de mi madre, que tradicionalmente no le ponía pimientos y que tiene una mayor afición a ponerle sus buenas cantidades de tomate.


Como siempre suelo decir sobre la mayoría de los platos que hago, los ingredientes van a ojo:

Igual cantidad de berenjena que de calabacín (yo suelo usar dos unidades pequeñas de cada), una cebolla grande o dos medianas, pimiento rojo y pimiento verde. Tomate, que puede ser natural o triturado. Yo opto por triturado por comodidad, o tomate pelado entero en bote de vidrio, si es ecológico mejor todavía. Yo prefiero que predominen berenjena y calabacín.


La receta es bien sencilla:


Picar todos los ingredientes a un tamaño pequeño. Calentar el aceite de oliva en una sartén ancha y honda, si es posible. Pochar la cebolla, añadir los pimientos, y cuando estén un poco blanditos, añadir berenjena y calabacín. Salar. Tapar y dejar cocer a fuego medio – bajo. Remover de vez en cuando. Cuando todas las verduras ya estén prácticamente hechas, añadir el tomate removiendo para que se mezcle uniformemente. Dejar cocer el tomate unos cinco u ocho minutos más.


El tiempo de cocción de las verduras es relativo, basta con ir mirando como van. Yo prefiero taparlas porque así se hacen mejor con el vapor y se necesita menos aceite.


El pisto está bueno caliente y frío. Es perfecto para acompañar bacalao, huevos fritos o para hacer una tostada con queso de cabra fundido. A mi me parece muy versátil y desde luego popular, pero como hay quien me ha preguntado cómo lo hago, aquí está esta entrada. ¡Aprovechad porque la temporada de estas verduras se acaba!

martes, 18 de octubre de 2011

PLAY: Humedades

En mi casa tengo unas manchas provocadas por hongos y temo que un día, bajo las capas de pintura, aparezcan unas caras como las de Bélmez, las caras de mis novios pasados. En eso pienso cuando veo el nuevo vídeo de Maronda, Los novios de Bélmez. También en otras cosas, como que es feo escupir a tu pareja, tan feo como esos bloques de pisos inconnexos de los setenta; en que Pablo y Marc parecen dos niños abandonados en cunetas, o descampados (mi familia tenía afición a hacerme fotos en descampados y yo misma parecía una niña dejada de la mano de Dios). Y qué valor meterse en la charca esa...


lunes, 17 de octubre de 2011

PLAY: Rusos Blancos y la eterna adolescencia

Ernie Producciones acaba de publicar el debut de Rusos Blancos


Que la hoja de promoción del disco de debut de Rusos Blancos la haya escrito Ricardo Vicente no es casualidad: el amor por La Costa Brava es evidente en buena parte de las canciones de Sí a todo y si hay que escoger entre Fran, Sergio y Richie, seguro que escogen al último (sí, el tipo raro que durante tanto tiempo estuvo en la semi sombra para por fin firmar sus discos junto a Francisco Nixon). Muy costabravistas son Carrera de lesbianas, (Todo esto es tan) teenager o Si quieres, me quedo, y ¿acaso no recuerda Primera vez musicalmente en algunos momentos a Banderas Rojas de R. Vicente?


El grupo grabó con Paco Loco, como LCB hacía siempre, y el resultado es una producción impecable de una riqueza instrumental notable: piano, vientos y cuerdas, programaciones y sintetizadores. Y bonitos juegos de voces en buena parte de los temas.


Si la referencia costabravista es uno de los ejes del trabajo, los otros son una adolescencia que parece no acabar nunca y los desengaños y líos amorosos. Todo cubierto por buenas dosis de ironía y melancolía. El primer tema Hombre enamorado, deprimido ante la crisis hipotecaria ya enumera varios de estos ítems: la tristeza de un tipo que se ha hecho adulto. Aunque esta es una de las pocas canciones, sino la única, donde el protagonista está felizmente ennoviado. Podemos decir que en las demás o es desgraciado o está desencantado o echo un lío.


Y si aquí el tipo se reconoce adulto, en el resto hay una especie de huída de la edad, una perpetuación de la adolescencia (los músicos que se acercan a los 40 se comportan como eternos veinteañeros y los de veintipico, como teenagers). Con Rusos Blancos volvemos al instituto, a casa de los padres, a la novia emo, a las noches de los viernes y la pandilla de amigos. Ya lo dicen: “Somos eternos adolescentes, jugamos con fuego, nos queremos quemar”.

Sí a todo es una extraña mezcla de alegría y tristeza, con canciones que te hacen sonreír y bailar como Supermodelo y otras que destilan amargura, quizás por el inevitable paso del tiempo como Los problemas crecen. Parece cantado por un perdedor que no se toma muy en serio, o tan en serio que a los ojos de los demás resulta grotesco.


Entre las grandes joyas de este debut, Tus padres, tu novio, tú y yo, Gorka o Cabano o Carrera de lesbianas. Normandía hace pensar en grupos de pop que jugaban más con la electrónica como La Pequeña Suiza o Dar Ful Ful.



viernes, 7 de octubre de 2011

PLAY: Sorteo Iván Ferreiro

Gracias a todos por participar, es el sorteo con más participantes de toda la historia del programa.

Esta mañana, como se puede observar en mi reloj, he hecho el sorteo. Y aquí tenéis el vídeo que lo demuestra:



Dos de los tres ganadores ya tienen un email en su buzón. Joan Solo, necesito que te pongas en contacto conmigo hoy a través de sonidosdelreves@hotmail.com. Necesito tu nombre completo, tienes hasta esta tarde a las 18h para pasármelo. Recordad que las entradas son dobles!

jueves, 6 de octubre de 2011

PLAY: Más vale tarde que nunca

Foto de Yaiza D. Marca

A veces pasa que una persona tiene un gran talento pero no lo muestra hasta que ya ha pasado cierto tiempo. Entonces sale como de la nada y sorprende. Es el caso de Maronda, de Pablo Maronda, que un día decidió mostrar sus canciones de la mano de Marc Greenwood, conocido por ser el bajista de la Habitación Roja.


Maronda publicaron a finales de mayo su disco de debut El fin del mundo en mapas, bajo el paraguas del sello Absolute Beginners. Un trabajo precioso, de canciones pop de reminiscencias retro que van desde los 60 a casi la actualidad. El disco se abre con Cambiada tema digno de Los Brincos y se cierra con Buenaventura, un homenaje a Durruti y a Family. En Maronda hay un exquisito batiburrillo de influencias que se entremezclan y hacen que no suene a una época concreta ni a revival. Ir a casa de estos dos debe ser fantástico, todo lleno de discos.


Aunque la mayoría no sabíamos nada de Pablo, él ya había tocado en algunos locales de Valencia. Explica que se dedicaba a "acumular discos, leer tebeos… en el mundo musical había militado de una manera muy intermitente. Tocaba la acústica y la armónica por ahí según me daba. Empecé a tocar en el Pinball, un bar de Valencia, y luego me salieron más cosas y conocí a Marc”.


Podemos contar la anécdota de que Pablo y Marc se conocieron cuando uno salía con la ex novia del otro. Después acabaron por hacerse amigos y más tarde, compañeros de proyecto, como explica Marc: “Pablo y yo somos amigos de largo recorrido. Nos conocemos desde hace muchos años y al poco de conocernos oí lo que tocaba y me molaba pero no tenía forma de ayudarle. Con el paso de los años aprendí a gravar, me he comprado mucho equipo, y un día en un bar nos volvimos a encontrar y le dije tío, tienes que hacer cosas conmigo. Quedamos para gravar y de ahí salió “La Roma Imperial”.


El proceso de composición y grabación del disco siguió su propio ritmo en casa de Marc, que comenta que “ha sido un proceso de grabación muy lento, cogíamos una canción y la íbamos perfeccionando con el paso de los meses. Algunas se quedaban por perfeccionar y algunas llegaron a su estatus de disco". Pablo explica que las canciones que le mostraba a Marc eran “de temática amorosa y muy directas. Intenté evitar las de experiencias transcendentales, canciones más retorcidas. Quería hacer un disco de debut como el primero de Nacha Pop o algo así, el típico disco de canciones con temática adolescente muy asimilables".


Efectivamente casi todo el disco gira entorno al amor, al desamor, a los desengaños, las crisis, las rupturas y los inicios. Las letras son uno de los puntos fuertes del grupo, porque hacer buenas canciones pop sencillas y directas sobre amor no es fácil. Están llenas de imágenes muy fuertes y potentes. En cierta manera, están inspiradas en las letras de los grupos de los sesenta, letras de frases breves y sintéticas. Así es como salieron: “Para las letras hago una parrafada que ocupa cuatro veces la canción y no rima. Luego voy pensando esta imagen mola mucho, esta imagen mola mucho y voy seleccionando hasta quedarme con las partes que me molan y lo desarrollo. Me gusta mucho trabajar con referentes, ideas muy fuertes que funcionan bien y de donde coge la gente. Me gusta hacer una temática que está muy sobada, como es el amor, pero darle un rollo como muy bizarro como en Los novios de Bélmez. El videoclip de esta canción lo podremos ver dentro de poco.


Se nota que zona amantes de los sesenta sólo con verles. Pero también de otras épocas, así que no tenían la intención de limitarse a un estilo muy concreto y cerrado, sino que según Pablo querían hacer “un disco intergeneracional. No me gustan los discos en que se mencionan nombres de películas y cosas del momento, discos muy perecederos. Igual por eso hemos buscado sonidos que han perdurado a través de las décadas, más que hacer un disco de reconstrucción de un sonido determinado. La gente habitualmente reconstruye un tipo de sonido muy determinado, de un tipo de escena concreta” a lo que Marc añade que han hecho lo que les ha apetecido en cada momento.


En el momento de definirse como grupo, no pensaron en nadie más. Sí que han tenido algunas colaboraciones a la hora de grabar el disco, como la de Paco Tamarit de Serpentina o Manu de Autumn Commets.


Marc Greenwood lleva muchos años con La Habitación Roja. Para él Maronda supone “abrir la mente. Enriquece mucho tocar con otra gente, trabajar de otra forma, hacer cosas distintas. A mi me beneficia para LHR, en el disco de Universal ya hay cosas que son gracias a que yo estaba con él. Los coros de Younger se me ocurrieron a mi, en mi casa” y son los que suenan en el disco.


Aún nos queda la asignatura pendiente de ver a Maronda en directo. Han dado algunos conciertos, pero de momento son pocos y no han pasado por Barcelona. El fin del mundo en mapas es uno de los debuts más interesantes de los últimos meses y uno de los que más he escuchado este año.


A falta de directo y del vídeo de Los novios de Bélmez, tenemos esta grabación:



lunes, 3 de octubre de 2011

EXTRA: 200 días para conocer un poco más a Pol Santamans



Conocí a Pol sobre un centenar de días antes de los 200 del título de esta entrada y de la expo que todavía se puede visitar en el Auditori Barradas de L'Hospitalet. Pol y Marc Pérez habían publicado poco antes el polémico libro sobre los 20 años del Depósito Legal, local al que habían estado íntimamente ligados y que les debe buena parte de su éxitos en la última década. Una tarde de julio quedamos los tres para hacer una entrevista sobre el libro, precisamente delante del Barradas. Fue una tarde que tengo guardada por especial y por bonita, con dos tipos encantadores e inquietos sobre los que pensé que no me importaría nada que fueran mis amigos. Es más: yo quería que fueran mis amigos.


Con Pol coincidí en el Depo sin saberlo pero sí lo recuerdo en la paradita que montaron en el Let’s Festival del 2007, y si lo hago es porque pensé que era guapísimo. Marc se convirtió poco después en mi peluquero y no sé si llegué a ver a Pol el día de cierre de Can Tisores pero sí alguna obra suya. Una única tarde para un gran cariño. Algunos mails y la propuesta de hacerle engordar un poquito a base de magdalena caseras que nunca acabé por llevarle. Incluso en esas últimas fotos seguía siendo guapísimo, con esa sonrisa tan grande y esa mirada tan viva.


Los 200 días a los que hace referencia la exposición instalada en el Barradas desde el 20 de septiembre al 5 de octubre son los que Pol sobrevivió al diagnóstico del cáncer de páncreas. En todo ese tiempo, no dejó de crear ni de luchar. Unas obras que transmiten una gran fuerza aunque estuvieran hechas desde el miedo. A través de ellas regaló una casa con porche a su familia, en un dibujo precioso que domina una de las paredes de la exposición. Siguió ideando camisetas con Braille Corp., el grupo creativo con sus amigos de siempre y comenzó una serie de retratos femeninos llamada “9 noies d’oli” que se quedó sólo en uno.


Me llamó la atención la sencillez del cuadro que grita “Sense passat ni futur només hi ha present”, tan real, tan cierto, tan doloroso y a la vez tan bello y necesario, como un mantra perfecto para disfrutar el presente que muchas veces se nos escapa pensando en el hipotético mañana. También el guiño a la canción de Joe Crepúsculo Toda esa energía, dónde va a parar, que a mi me parece melancólico, y el coche con el 78 con el que marchó a otro viaje.


Y a pesar de que le conocí tan poco puedo afirmar que fue un tipo brillante, que absorbía cuanto llegaba a él como una esponja para luego usarlo de alguna manera u otra. Un tío increíble hasta el final. Sólo lamento no haberle conocido antes, no haber hablado en la mítica cola del lavabo del Depo, no haberle llevado magdalenas.


Próximamente se realizará otra exposición en Barcelona y el 28 de octubre se hará una fiesta en Salamandra en su honor. Y como hago mientras escribo esto, me beberé una cerveza brindando por él. Aquesta per tú, Pol.