La portada del libro que me estoy leyendo se asemeja a la entrada de un fotolog: la foto en blanco y negro retocada con una nota de color (de pies, ya que alguien dijo que todos los indies con pretensiones de fotógrafos hacían fotos de pies). Fondo blanco, combinación de rosa y negro en la tipografía. Una de mis combinaciones favoritas. Esta foto de aquí, vamos, para qué explicar más.
Els jugadors de Whist de Vicenç Pagès Jordà explica la historia de un hombre adulto de Figueres (digamos cuarentón) que repasa sus últimos 30 años a la vez que tiene lugar la boda de su hija apenas reciente veinteañera. Así, recuerda su infancia, cómo se casó con una mujer a la que ya no soporta y como se sigue comportando como un si fuera de la generación de su hija: visita fotologs, blogs, vive como un mileurista con pasta rodeado de gadgets en el garaje de su propia casa, sin tomar la decisión de separarse de su esposa...
Lo más llamativo es ver el reflejo de esa generación que vive en internet, donde todos tienen profesiones como fotógrafo, diseñador, músico... (aunque en realidad trabajen de otra cosa o sean directamente hijos de papá). De chicas de 20 que se lían con tíos de 40 (ui, otro fenómeno extendido entre los indies, quien no lo ha podido observar). Tan reflejo que tiene su página en facebook.
Aunque para mi lo más interesante es la etapa adolescente del personaje, que se va entrelazando con la decadente actual.
Hay dos cosas que me parecen un tanto inverosímiles: por un lado que alguien se case hoy día con apenas 20 años, y otra, que aún sigan habiendo maquineros como los de los de hace quince o diez años. Si es así, y ese movimiento sigue tan vigente como entonces, que alguien me informe. Incluso en mi ciudad va de muy capa caída.
Un libro con un montón de referencias pop, entretenido, algo crítico. Yo estoy en medio de esas dos generaciones que conviven en él, así que supongo que mi punto de vista mira a los dos lados con la misma distancia. Sospecho que cada generación lo recibirá de manera diferente.
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