Público puesto en pie para ver a León Benavente en Cornellà
El
enigma León Benavente se despejó un poco el sábado 22 de febrero en la sala
Ramon Romagosa de Cornellà. ¿Por qué un grupo como León Benavente, de sonido
mordaz y letras críticas socialmente se convertía en muy pocos meses en uno de
los preferidos del público, entiendo por público uno más masivo que abraza sin
vergüenza eso llamado indiemainstream?
Durante
su directo pude despejar la duda de la calidad, aunque esa duda en realidad no
existía. No esperaba menos de una banda formada por curtidos músicos como Edu
Baos, Abraham Boba, Luis Rodríguez y Sergio Verdú (en Tachenko, Schwarz o la
banda de Nacho Vegas). Comenzaron bien pero acabaron mejor. El suyo fue un
crescendo imparable hasta los bises, un directo impecable casi sin inmutarse,
potencia sin perder la elegancia. Un 80% del público se levantó desde la
primera canción (algo nunca visto en esa sala antes) y la actuación realmente
fue una fiesta.
Abraham
Boba parece desquitarse de la poca popularidad de su propio proyecto y se
mostró crecido, nivel showman, como nunca se le había visto antes. Lo merece,
es un gran letrista y un tipo que ha ido a contracorriente de las modas
musicales de turno. En León Benavente ha conseguido aunar esa calidad con un
sonido con más potencial comercial. Sin ser ellos nada de eso.
Pero
la calidad de un proyecto no aclara necesariamente el enigma de su éxito, sabemos
que calidad no es garantía de popularidad. Menos aún lo son las letras
inteligentes. Será que han dado con la clave de hacer una música que no deja de
ser accesible sin caer en el tópico, será que ocupan un espacio destinado a un
público adulto que quiere bandas adultas que hablen su idioma y no que escriban
para casi adolescentes a los que doblan la edad.
Más
allá de enigmas y reticencias, quien aprecie una buena banda de directo no
debería perderse a León Benavente.
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