Los reclamos de festival al lado de la playa y de festival con
encanto se usan con tanta frecuencia que a veces se convierten en un cebo falso
y hasta envenenado. Pero si se asocian al Faraday de Vilanova i la Geltrú no
hay que tener miedo: el colectivo La Medusa, responsable de su organización, no
promete en falso.
El viernes comienza la novena edición de esta deliciosa cita
consolidada ya en tres días de conciertos. El Faraday se ha convertido en los
últimos años en una cita imprescindible con muy buena prensa entre el público,
los medios y los mismos músicos. Es un festival de referencia y una garantía de
calidad. Este año suponía un reto ofrecer un cartel a la altura de las pasadas
ediciones, donde habían estado Neil Hannon o Jeff Tweedy. Los responsables del
festival han optado por reducir los nombres internacionales a cinco y apostar
por dos grupos nacionales con mucha tirada popular, Love of Lesbian y La Casa azul. Los cabezas de cartel internacional son Herman Dune y Josh Rouse &
The Long Vacations, a los que se suman Frida Hyvönen, Bowerbirds y The Montgolfier
Brothers. Además, entre el resto del cartel no faltan nuevos nombres nacionales
como Mates Mates, Pegasvs, Senior i el cor brutal, Esperit o Gran Amant. O dos
nombres ya veteranos como Joaquín Pascual y La Estrella de David.
Pere Agramunt, director del festival, opina que la
consideración de que este año el festival tiene un cartel menor viene dada por
la comparación con las ediciones pasadas: “Si este cartel lo hubiéramos puesto
en el 2007 o 2008, la gente hubiera dicho que es un salto hacia adelante del
Faraday, pero como venimos de unos años muy fuertes parece un pequeño paso atrás.
Lo es en cuanto a número de bandas internacionales, pero creo que las cinco que
traemos son de gran calidad”. Agramunt dice que Herman Dune y Josh Rouse eran
dos artistas deseados desde los inicios del Faraday. Lo mismo añade de La Casa
Azul y Love of Lesbian, dos nombres que me sorprendió ver como cabezas de
cartel del festival: “A La Casa Azul hacía tiempo que los queríamos pero nunca
los podíamos conseguir, porque la gira era demasiado cara… A Love of Lesbian
los queríamos para el Faraday Major pero como no pudo ser, los rescatamos para
el cartel del Molí de Mar”. El esfuerzo económico de optar por ellos ha significado
también la reducción de la parte internacional del cartel.
Más allá de estos dos grupos, el festival sigue apostando
por proponer nuevas bandas, especialmente surgidas en la escena catalana. Esto les
convierte en una rara avis dentro del panorama de festivales, donde muchos
tiran una y otra vez de los mismos nombres. “Una de las premisas es no repetir
bandas, a pesar de ser la novena edición todavía ningún grupo a tocado dos
veces. Este año se da el caso de que Fred i Son tocarán de nuevo pero
acompañando a Juli Bustamante”, dice el director, que añade que están contentos
de haber asumido este riesgo a pesar de que “bandas que te aseguren un gran
público hay muy pocas”.
A Pere Agramunt le cuesta destacar a unas bandas por encima
de otras, pero se declara “muy fan de Mates Mates” porque le sorprendió mucho
su disco: “Como director del Faraday me llegan muchos discos cada año y a estas
alturas hay pocos grupos que me sorprendan mucho. Con Mates Mates me pasó, lo
escuché una tarde como seis o siete veces, y al cabo de dos horas ya estaban
contratados”.
De entre todos los grupos del cartel, yo siento debilidad
por Joaquín Pascual. Un veterano que no hace más que seguir creciendo del que
Agramunt opina que “ha hecho un disco maravilloso (La Frontera)”. La recomendación
le vino de la mano de Pedro Vizcaíno, responsable del sello Grabaciones en el
Mar donde ha editado Pascual: “Era Los Protagonistas y fue amor a primera
vista, a mi me gustaba de siempre pero este disco es seguramente su mejor
trabajo en muchos años”.
Una de las claves del éxito del festival es haberse
mantenido fiel a sus principios, entre ellos la ubicación en el Molí de Mar o
el no exprimir al máximo su aforo. Los experimentos los han hecho fuera de la
cita madre, primero con el Faraday Major, coincidente con la fiesta mayor de
Vilanova, “un festival más económico con grupos del ámbito nacional y estatal
con un rollo más popular (este año con Amics de les Arts o Mishima)” o el Faraday Tardor, más intimista. “El formato del
Molí es el que es y no puede variar mucho más”, sentencia su director. El
festival ha crecido de manera ordenada, primero dentro de sus límites y luego
sacando los pies fuera. Fue en la edición del 2006 que vieron que tenían una
buena oportunidad para hacerlo porque, según Agramunt, “fue un salto, primero
por traer a nombres internacionales y luego por la repercusión que tuvo”. “La
intención era ir paso a paso, cada año fuimos añadiendo cosas, como días al festival
hasta hacerlo de tres… siempre hemos intentado crecer un poco, a nivel de
presupuesto y de los servicios que ofrecemos, todo cada año ha sido un poco
mejor”. Entre esos pluses están las actuaciones gratuitas en la ciudad, que
este año se concentran en la programación de tarde Faraday A viva veu, con
grupos como Doble Pletina, La Sentina o Gabriel y Vencerás.
Este año para algunos se ha rozado la tragedia al coincidir
en fechas el Faraday con otro de los festivales más esperados del verano, el
popArb, con los que tradicionalmente habían ofrecido un menú de “mar i muntanya”.
No se puede hablar de guerra de festivales a pequeña escala, sino de una
coincidencia inevitable. “Continuamos teniendo muy buen rollo y estamos juntos
en la asociación A-Petit junto con otros festivales”, aclara Pere que añade que
“habiendo público para los dos festivales decidimos tirar adelante, pero
intentaremos no coincidir más”. Yo, entre mar y montaña, siempre elijo mar. Si
queréis saber más del Faraday, tenéis toda la info en su web.
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